sábado, 8 de noviembre de 2008

Los artistas de la provincia de Córdoba nos enfrentamos desde hace mucho tiempo a una situación que en estos últimos años ha llegado a adquirir formas preocupantes en el campo de la cultura. Decimos preocupantes porque ante la apariencia de una particular atención a proyectos culturales/urbanísticos y cuyo epítome es la llamada “media legua de oro” (espacio comprendido entre el Teatro Real y la Ciudad de las Artes) se ocultan profundas e inquietantes contradicciones que los artistas de Córdoba queremos transmitir y compartir con nuestros conciudadanos. Porque entendemos que cualquier formato que asuman las prácticas artísticas en la actualidad, nuestra responsabilidad es intervenir para aportar a la transformación de las prácticas culturales conforme a objetivos éticos, sociales y políticos, libre, voluntaria y racionalmente definidos, al menos en un horizonte institucional que se denomina democrático. Consideramos que lo que ocurre en nuestro campo (el eminentemente artístico/cultural) afecta considerablemente los demás espacios sociales, no sólo por el valor en si del arte para una sociedad, sino que las faltas cometidas en este ámbito han repercutido objetivamente en términos económicos y políticos en otros ámbitos. La política cultural llevada a cabo por las últimas gestiones ha puesto su empeño en montar un escenario partiendo del reconocimiento del valor de la imagen más que de los sujetos y los procesos de cambio. Esta política significó una inversión en infraestructura edilicia –aquello que todos pueden ver- pero también y contradictoriamente una omisión de la noción de servicio, de prácticas hacia y desde la comunidad. Consideramos que la relación entre cultura y gestión importa una conexión entre arte y un concepto político del hacer. Cuando esta relación se vuelve una experiencia reducida, desconectada de la realidad y encorsetada en una concepción ideológica y funcional a la promoción personal, fracasa por obligación y en ese fracaso dilapida tanto los recursos humanos como los presupuestarios. La gestión del Lic. Daniel Capardi en la dirección del Museo Caraffa es uno de los indicadores de ese fracaso, porque prolonga inusualmente en el tiempo patrones que perpetúan la reiteración de un modelo desarticulado, sin planificación del futuro y que además adquiere el perfil de un programa de exclusión debido –entre otras cosas- a la implementación de inauguraciones privadas, falta de convocatoria a artistas locales, incumplimiento del cronograma programado, ausencia de programas de formación y de debates con referentes del campo de la teoría y crítica del arte. ¿Cómo debería proceder la gestión cultural en general y la dirección del museo en particular para superar el enunciado de objetivos que nunca se cumplen y el esquematismo que hoy los empobrece e inhabilita frente a la comunidad contribuyente? La gestión del Estado debería recuperar la pertinencia analítica y la posibilidad de enriquecer la lectura del arte de nuestro tiempo a través de un proyecto articulado. Esa articulación debería contemplar como objetivo un concepto receptivo y democrático de gestión, expandir el conocimiento, diseñar herramientas de difusión de la producción local e internacional, extender el modo de interacción entre los productores y la comunidad. La gestión y el museo que pretendemos deberían ser capaces tanto de realizar y sostener proyectos a fin de ubicar, reconocer, valorar y abrir la producción artística local a otros públicos, como también de acercar al público local lo mejor del arte nacional e internacional. Promover el diálogo con críticos, entre artistas, con público diverso, como parte de un proyecto de implicación y de circulación de ideas. Gestionar proyectos de intercambio y exposiciones itinerantes que ejemplifiquen los diferentes compromisos y la expansión de la cultura visual. Publicar libros, catálogos, revistas, como marco de producción crítica y difusión de artistas cordobeses sin la idea de territorialidad y como horizonte de referencia y auto-conocimiento. El espacio del museo debería constituirse como un símbolo de libertad (de elección, de descubrimiento, de expresión) y también en modelo de convivencia, de respeto, de negociaciones responsables, libre del rechazo y la descalificación que ensombrecen la actual gestión. Conflictividad que ha ocasionado cambios de destino y renuncias reiteradas entre los empleados del museo, pero que no ha servido para ampliar el servicio a la comunidad, ni acrecentar la cantidad de público asistente, porque exponer ¨enlatados¨ (muestras producidas, curadas y discutidas fuera del ámbito del museo), como ha ocurrido en la mayor parte de la larga gestión del Lic. Capardi, antes que programar y realizar estrategias eficientes y sostenidas de gestión. La subestimación parece haber orientado la política cultural en Córdoba y esa subestimación se agrava por una continuidad perniciosa que cubre prácticamente toda una década (gestión Canedo-Capardi y gestión García Vieyra-Capardi). Pero lo más grave es que esta gestión también dejó de lado aspectos esenciales para los que se supone la sociedad invirtió sus fondos. Aspectos vinculados con la mencionada capacidad por recuperar la pertinencia analítica, por enriquecer el horizonte cultural. La ya histórica falta de proyección del arte de Córdoba a nivel nacional; la insoslayable necesidad de formación de pensamiento crítico; el evidente vacío de comunicación y discusión entre los artistas y el museo, son claros ejemplos de la necesidad de establecer un debate comprometido acerca del grave estado en el que se encuentra el campo de las artes visuales.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Pienso que se banaliza la crítica al personalizarla, esta política cultural es el resultado de un sin número de causalidades.
Se debiera profundizar en ellas, y realizar aportes específicos que contribuyan a un cambio procesual y acordado.
Sara Carpio

Anónimo dijo...

La gestión del Lic. Daniel Capardi en la dirección del Museo Caraffa es uno de los indicadores de ese fracaso......, Por otro lado Piensen en esto:NO ES UNA FANTASIA Capardi es una persona enferma que no puede estar ocupando el cargo de director del museo. La mala administracion del museo,su aislamiento,su agresividad con los empleados,la falta de comunicacion con otros museos etc etc.es propio de una persona con un alto grado de esquizofrenia EL ES UNA VICTIMA DE UN GRUPO DE CARADURAS MALANDRAS QUE HAN HECHO LO POSIBLE PARA QUE ESTE PERSONAJE ENFERMO CONTINUE EN LA DIRECCION DEL MUSEO Y REALMENTE LO QUE NESECITA CAPARDI ES INTERNACION.Lo que deberiamos saber es quienes son los que estan probocando este daño a Capardi y principalmente a las ACTIVIDADES CULTURALES de cordoba ,argentina

Anónimo dijo...

El arte en cordoba siempre fue una mierda... desde la escuela de artes,
hasta los funcionarios de cultura y todos los ñoquis que "laburan" en los centros culturales municipales y provinciales, varios de los que estan en la lista de aderentes a este blog tambien! que caraduras! no vamos a ningun lado asi...

Ana Volonté dijo...

Cuando leo este texto, pienso en millones de cosas a la vez: en la cantidad de veces que escuché estas mismas palabras, en la cantidad de formatos y de la cantidad de bocas. Es evidente entonces -para los que aun no lo tenían en claro- que ésta es una problemática, seria, concreta y real. Es bueno decir las cosas una y otra vez, hasta el hartazgo! Tendríamos todos los meses que enviar una nota a Córdoba Cultura (o como diablos se llame ahora) con los acuerdos y desacuerdos acerca de la gestión; porque a veces pareciera que esta gente gobierna para sus compañeros de oficina sin ventanas al mundo exterior.
Pero bueno, es complejo. Me parece perfecto que los artistas, que "vendrían a ser los especialistas en arte" sean quienes denuncian y reclaman estas cosas. Pero los artistas tambien tenemos que hacer nuestra obra, como un médico que revisa a sus pacientes, o un empleado de cliba que junta la basura porque tiene contrato por tres meses más.
Lo que noto todo el tiempo es que cada vez hay menos obras en Córdoba. Y eso es preocupante! Casi mas que todo esto. Porque pareciera que finalmente esta gente se está saliendo con la suya! Siento que cada vez hay menos obras y tambien siento que cada vez hay menos obra cordobesa, menos identidad, lo que transparenta un claro desinterés en el diálogo y la interacción con los pares. Cada vez hay menos obras, cada vesque menos a los artistas que se guardan... cada vez mas adentro de su casa (como yo) y cada vez más gente diciendo que sí a una participación apolítica dentro del Museo.
Es solo una sensación? o alguien percibe algo parecido?
seguimos en contacto.

Carmen Cachin dijo...

Acuerdo con Ana especialmente en el punto de que tengo ganas de hacer lo que sé, lo que me gusta, lo que es mi oficio, y no se puede porque hay que estar haciendo otras cosas para que exista el espacio-tiempo del hacer artístico. Aunque no sea para mí, para otros. Y veo que por suerte sí hay gente haciendo obra, aunque no sea yo, pero tampoco tengo tiempo de ir a ver mucho lo que hacen los que sí hacen. En fin.
Estoy cansada, me gustaría que hubiera gente experta en los lugares de decisión de la cultura para que todos podamos seguir haciendo lo que queremos y sabemos hacer

Unknown dijo...

Sara Carpio, me gustaría que empezáramos a desmenuzar esas causalidades. Lo que aquí se intenta es comenzar por alguna punta. EScuchamos tu análisis con gran interés y también tus aportes específicos.
Carina Cagnolo

Anónimo dijo...

Que el arte en Córdoba siempre fue una mierda...es un análisis corto y reduccionista,pero es cierto que varios de los que están en la lista de adherentes a este blog han sido funcionarios de cultura y "ñoquis" de alguna institución estatal, que (seguramente porque en este momento están mas fuera que dentro)se rasgan las vestiduras y se asombran con la,para ellos desconocida,práctica corrupta (o desquiciada,porque tal vez así se la desacredite mas?)de otros, cuando de estar ellos en esos espacios no harían mas que elitizar (bajo estas u otras prácticas), como de hecho lo hacen en cada sala, muestra o lo que pueda ser rotulado,bajo rédito de algún capital, como "artístico" ..mientras el arte en Córdoba sea un espacio para mantenidos que, para no asumirse como tales, le dicen a "papa capital" que son artistas, las practicas mas elaboradas van a ser las siguientes:
Mama Botox.- que linda la muestra...,ahh
Papa Capital.- le voy a comprar el cuadro aquel,el verde,al hijo de Perez García, y cuando él vaya a casa,el viernes,a cerrar la inversión en el parque temático,lo colgás en el hall,justo arriba de la estatua de jade..
NOTA: véanse a algunos de los adherentes,en la próxima muestra que auspicie algún champagne(o alguna fundación) junto a sus respectivos padrinos y/o apadrinados .. PD.: véanlos uds.. yo no

Anónimo dijo...

Psicología. Esto se reduce a problemas psicológicos personales. No a patologías específicamente. Pero si a intereses diluídos. Y deseos. Los que proponen luchar es porque prefieren pasionalmente usar tiempo en ello. El que prefiere construir obra, pues lo desea. Y luego se legitima, como se puede. Yo prefiero las palabras. El Otro no existe, a la hora de producir uno se hace a uno mismo. El Otro, lo que se dice el Otro, existe sólo como una mirada propia, como una percha donde se cuelgan los deseos propios. La recepción esta quizá indisolublemente ligada a un comentario sobre el que lo pronuncia. Ni sobre la obra, ni sobre el autor. Incluso los críticos se construyen como críticos "interpretando", pero no interpretan otra cosa que a ellos mismos. Uno se apropia de la obra como quiere, la viola, con discurso y con lenguaje. Estas palabras y las de este blog emergen de resabios de una modernidad agónica, que sigue creyendo que la circulación de obra es importante. Es importante la pronunciación, el acto de proferir, y es fundamental estar cada vez mas adentro del taller. Hasta que sedimente del todo la idea burguesa de recepcion/contemplación. Ni siquiera los artistas son buenos receptores, definiendo a este en términos del lugar le asigna el artista. Hoy el museo, la galería y los espacios de "exposición" están más cerca que nunca del taller, es decir del momento de construcción de la obra. Capardi, es síntoma, de este quiebre, irremediablemente síntoma, huella. No es el problema. Él ocupa un lugar vacío, que no es de los artistas en ningún sentido. Es suyo. El punto es que es suyo y no pasaría nada si fuera de otro modo. Porque el punto también es que nadie está preparado para que sea de otro modo. El síntoma va a cambiar cuando se modifiquen engranajes que nos exceden como sujetos políticos. Cuando le demos curso a los procesos psicológicos que ya estan ocurriendo, pero que no se nombran, y que así quedan al margen de existir. Pensemos.
-Mingitorio-

Anónimo dijo...

que interesante todo esto ....
pero me parece que al arte no se puede parar ...
a la mierda con las galerias ... a pintar en las calles !
sin permiso !
aguante el graffiti en cordoba !
aguante el arte callejero!
paz !
el vandalo anonimo
http://orgullo-criollo.blogspot.com/

David Marcelo Finzi dijo...

Yo percibo que cada vez son menos las obras en los museos cordobeses y más en las 'casas culturales' (como 990 Arte Club, por ejemplo...)
Pero eso de que Córdoba tiene cada vez menos arte no lo creo... Creo que la población creció de manera tal que fue tapando a los pequeños artistas, y que estos también fueron creciendo (como la ciudad), pero lo hicieron a un ritmo más lento... Es por eso que cada vez parecemos menos.
Como artista que se está empezando a desarrollar pienso que vamos a llegar a un punto en que los museos van a ser solo para grandes artistas, y el resto vamos a quedar como reprimidos entre la sociedad que nos va a ver, nos va a escuchar, nos va a sentir; pero nunca a olvidar...

Grupo Brasa dijo...

¿Se moderan comentarios? Me parece que el del sr roque no es respetuoso y descalifica personalmente. Más allá de los argumentos y la posición consonante con el post, no es la forma propuesta de comentario.
Espero se corrija esto o se deshabilite la moderación de comentarios (recomiendo esto).

Saludos.

Anónimo dijo...

Estimado David:
algunas preguntas ¿cómo se llega a ser un gran artista? ¿cómo se financian las piezas artísticas los grandes artistas aquí y en otras partes del mundo? ¿cómo hicieron para producir sus piezas los artistas que hoy están en el museo, en cualquier museo? ¿de dónde obtienen los fondos? Hay que conocer un poco las relaciones en el campo para entender por ej. los premios que se entregan, etc. Y te queda una cantidad de no premiados que se autofinanciaron la obra. ¿Pensás entonces que el gran artista puede ser sólo aquél que tenga acceso al gran capital?
Gustavo

nella dijo...

No sé como funciona, soy escritora y alguna vez me interné en las artes plásticas por el lado de la escultura en cerámica. Si puedo dejarles una sensación y es la sensación, y es que para entrar en el "circuito artítico" como dicen por ahí, hay que versela con un montón de transas, lease: hacer lo que se vende, escribir lo que podría leerse y no afectara lo eternamente establecido, es sólo una sensación, pero me parece bueno esto de actuar, de que el arte no sea sólo una rama, sea un gesto, una acción, una palabra que simplifique o amplifique un diálogo entre todos.

Anónimo dijo...

Para Roque:
¿Y vos qué cláse de víctima sos? ¿Y además sos médico o psiquiatra?
No conocía esos antecedentes, te conozco otros, pero bue'...
A ver si te ponés a dibujar y pintar y canalizás toda esa energía negativa en algo superador... ó podrías hacer un curso básico de ortografía.
Marcampo del Celo

acciónartistasvisuales dijo...

Estimados/as, sería ideal que las opiniones sean con nombre propio cualquiera sea su tono o contenido. Creemos que esto se trata entre, otras cosas, de ir de frente, por eso los invitamos a dar el nombre con las palabras.